viernes, 27 de febrero de 2009

¿Que es dar catequesis?

Por P. Miguel Carmena


El tema que quiero comentar es el de la aplicación de la pedagogía a la enseñanza de la fe. Este es un tema muy técnico en el que se corre el riesgo de perder de vista el bosque por, ver los árboles. Nosotros queremos ver el bosque y para eso hay que comenzar sabiendo qué es la Pedagogía. Esta palabra viene del griego PAIDOS, “niño” y de la que significa “conducir". Estas palabras dieron origen en español a “Pedagogía” que hoy se considera como la ciencia que se ocupa de la educación y la enseñanza. Y aquí surge el primer problema que puede impedirnos una visión completa y dejarnos sin ver el bosque. Es el hecho de considerar que el campo de esta ciencia se reduce sólo a las escuelas, a los colegios, universidades o institutos. Pero la Pedagogía no debe de quedarse ahí. Lo queramos o no, hoy los niños no reciben su educación únicamente en los colegios o en la familia. La mayoría de los conceptos, de la gramática de valores, de los principios de comportamiento y de las convicciones de los niños y jóvenes de hoy son producto de los medios de comunicación del ambiente, de las leyes... Por eso, no podemos reducirnos a estudiar la pedagogía en el campo de la educación escolar. Por eso, la catequesis no puede reducirse a la simple enseñanza de los contenidos de la fe; hoy en día, debe de ser, sobre todo, una forma de crear cultura, de crear una cultura católica y unido a eso, la catequesis debe de llegar al fondo y tocar lo más profundo del ser humano y no solamente la del niño. No sólo los niños necesitan la catequesis. Desde estas dos coordenadas ampliadas tenemos que estudiar hoy la pedagogía catequética. Esta podría reducirse a hacer un análisis somero de los objetivos de una catequesis católica recta y completa. Sin embargo, me parece mucho más positivo exponer una serie de puntos ágiles y prácticos sobre la pedagogía catequética actual.

1. En primer lugar, hay que saber qué queremos conseguir. El fin de toda catequesis es transmitir un modelo de vida, un modelo (que es Jesucristo), una amistad personal con Aquel que nos creó y nos redimió y está muy presente en nuestras vidas. El fondo de los objetivos cognoscitivos y efectivos de la catequesis es situar al hombre en la verdad de sí mismo en una respuesta al llamado recibido por Dios para llevar una fórmula de vida en la que va a encontrar su propia felicidad.

2. Regla de oro: en caso de duda, los criterios teológicos deben de prevalecer sobre los pedagógicos. Nunca al revés. Muchas veces, conviene tomar lo mejor de cada método.

3. No hay que perder de vista en la enseñanza de la catequesis, que no somos profesores de Filosofía ni de Religión en el sentido amplio de la palabra. Somos transmisores eficaces de una revelación que nos viene de Dios a través de la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia y que iluminados por el magisterio contamos con la asistencia de Espíritu Santo.

4. Nuestra catequesis comienza por el testimonio. "En eso conocerán todos que sois discípulos míos, si os tuviereis amor unos a otros" (Jn XIII, 35).

5. La verdadera catequesis debe incidir en el campo de la cultura, debe de transformar las sociedades.

a) Verdadera inculturación. La cultura no es la última instancia, debe de medirse con la Etica. La verdadera inculturación la descubrimos con algunos ejemplos: Roma, Post-Revolución Francesa, y la Nueva España.
b) El ejemplo de la acción del Santo Padre en los Países del Este de Europa.
c) El cambio social de nuestros días: el Evangelio y la mujer. La familia y la sociedad. El Evangelio, la cultura y la sociedad.

6. La catequesis auténtica no debe descuidar la influencia y acción en los medios de comunicación. Estos medios crean opinión, imagen y cultura.

7. La catequesis no toca sólo al campo moral y, dentro de ésta, no toca sólo al sexto y al noveno mandamiento. La catequesis conduce, ante todo, hacia una nueva visión del mundo y del hombre, hacia una sólida espiritualidad, a una vivencia profunda de los sacramentos, hacia una profundización en la Revelación, hacia una vida de oración, a una participación en la Iglesia, a una imitación y unión con Cristo.

8. Otro aspecto derivado del anterior, es tener muy claros los parámetros donde se mueve una verdadera catequesis: es decir, el sentido cristológico, el eclesiológico y el escatológico.

a) Cristológico: la catequesis debe de llevar al conocimiento, al amor, a la imitación y al seguimiento de Jesucristo.
b) Eclesiológico: la catequesis debe de llevar a servir a la Iglesia, a ser miembro vivo y activo de ella.
c) Escatológico: la catequesis debe de llevar siempre al cristiano a convertirse en signo de la vida futura que ha de venir.

9. Hoy menos que nunca, no basta el simple conocimiento memorístico:

a) Se trata de forjar principios, convicciones. Por ejemplo, dejar claro que la Voluntad de Dios es lo primero en mi vida, que debo de vivir el mandamiento del amor a Dios y a los hombres como la primera ley.
b) Se trata de forjar también "habilidades", es decir, obedecer a la conciencia. Se trata de aplicar y traducir principios en acciones, formar y controlar los sentimientos, etc.
c) Formar un espíritu crítico, capaz de analizar, sintetizar, juzgar, etc.

10. La catequesis no es sólo una enseñanza para niños que termina con la confirmación. Es un tema sobre el que ha insistido mucho el Santo Padre y aún no se acaba de introducir en la vida cotidiana de los cristianos.

11. No se puede hacer una catequesis sin Dios en la que se olvide absolutamente de la dimensión sobrenatural del ser humano y todo se concentre en simples reivindicaciones sociales.

12. La catequesis debe de aportar modelos de comportamiento: Jesucristo y los santos son verdaderos etereotipos positivos.

13. Claridad de ideas fundamentales. El mejor punto de referencia es el Catecismo de la Iglesia Católica. No podemos pasar todo un año recibiendo como en algunos cursos de confirmación, donde se la pasan hablando de las relaciones sociales, del amor, todos juntos, guitarrita y patatín. No se deja nada justo cuando es más importante dar bases sólidas. Al final, hacemos de los medios, fines.

14. La catequesis debe completarse con la liturgia y con la vida sacramental.

15. Sistematizar la enseñanza. No dar ideas aisladas. El cristianismo of rece una visión completa de Dios, del hombre y del mundo. No podemos transmitir sólo cuatro ideas que vuelan con el primer viento.

16. Pedagogía catequética en el servicio y obediencia a la Iglesia. Catequizar es servir e imitar a Cristo en su misión de enseñar a la Iglesia. La catequesis se basa en la caridad de Cristo.

17. Pedagogía catequética en la unidad.

18. La Pedagogía catequetica debe de aterrizar en una doctrina social. Desde niños hay que unir las dos cosas. No se puede concebir una vivencia de la fe reducida sólo al nivel individual sin repercusiones al exterior. La catequesis debe de llevar a actuar, a ser levadura en la masa.

19. La catequesis es un apostolado. Es una misión recibida por Dios. Por ello, somos responsables de buscar los mejores métodos. Es Dios el que actúa.

20. La verdadera Pedagogía es la que sabe adaptarse a las circunstancias sin perder el fin. Así por ejemplo, tenemos el caso de la primera comunión por lo civil.

21. Hay un proyecto de Dios para cada hombre. Nada de "no se puede".

22. Las recetas para dar frutos de vida eterna: Jn 12, 24 y Jn 15, 1-8.
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